miércoles, 18 de junio de 2008

La Gran Batalla Frustrada de Saurio

Saurio Final Wars

El día: 16 de Junio de 2008
El lugar: Mi Cubil infecto.
La hora: como las 20:00, Zona Horaria de la Ciudad del Chilangazo.

Me metí a Latinchat, a molestar gente mediante comentarios guarros, que la verdad me salen bastante bien.
Es un entretenimiento estúpido, lo sé, pero mis momentos de ocio son poco gratos últimamente y no tenía demasiadas ganas de nada en ese momento. En fin...
Pues en eso andaba. Las mismas estupideces que pueden oírse en la sala de Manga/Anime de latinchat (Los otakus, de alguna forma, son más fáciles de molestar) perreando a las que tenían nombre de nenas y haciendo "amistad" con algunos sujetos raros que escuchaban metal (o eso decían, en Internet nadie está seguro)
Después de unos minutos de guarradas estúpidas y charlas vacías pero de alguna manera satisfactorias, estaba a punto de salirme; había hecho lo que había podido y seguía cagadamente aburrido.
Y entonces entra un tal Viciuos (por que ni el jodido nombre puso bien) y comienza a insultar a todo el mundo. Aparentemente estaba buscando un entretenimiento parecido al mío, pero con resultados menos halagadores. ¿Por qué? ¡Por que nadie lo estaba pelando!
Era un pobre imbécil que creía que las clásicas mentadas de madre y las groserías de nivel más bajo podían insultar más que las palabras sutiles y los comentarios agudos.
Pobre Iluso.
Y más Iluso yo por lo que hice al respecto.
Ya que nadie se decidía a cerrarle el hocico a esta nefasta criatura, decidí tomar cartas en el asunto. Bueno, qué quieren, el ocio es el ocio.
Después de vapulearlo unos minutos con insultos que, seamos francos, NO SUPO RESPONDER, comencé a sentirme apesadumbrado: ¿Qué clase de pendejada era aquella? ¿Pelearse por Chat? ¡Semejante estupidez!
Recordé los viejos y buenos días cuando, nada más poner un pie en la jodida calle, ya tenía encima tres o cuatro niños imbéciles dándome por cada maldito lado. Claro, en ese momento tenía como un 10% del TAMAÑO que tengo hoy... ventajas de Saurios...
Pero bueno...
Dado que me he sentido deprimido y JODIDAMENTE ENCABRONADO estos días, decidí, presa de mi propio furor Sauriano, retar al tipo a algo que, creía yo, sería imposible: una pelea real.
Asumí que el cabrón era Argentino, Español o alguna de esas chingaderas (ya saben, esto de las tecnologías...) y supuse que, de todas formas, ya lo había derrotado.
Le pregunté que de dónde era.
México.
¿De qué parte?
Chilangolandia.
"Perfecto" dije "Entonces te veo mañana, como a las 16:00, frente al portón de Fundis Azteca, por Green Indians, y te demostraré en vivo y en directo QUIÉN CHINGADOS MANDA"...

Saurio mientras le grita al monitor

Una respuesta afirmativa.
Una que no me esperaba.
Me habían aceptado el reto. ¡ME HABÍAN ACEPTADO EL JODIDO RETO!
Me sentía bien de todos modos. El muy idiota creería que iba a pelear limpio, sin saber que, justo en esos instantes, reunía fuerzas para suprimir su pendejez:
Contaba con la ayuda inigualable de los Hellfish; pensé que Mou me ayudaría; un payaso del Latinchat se ofreció a hacerme esquina; un amigo del Bachillerato presumió de que iba a ir y mi confiable palo estaba a mi lado, dispuesto para la mítica batalla.
¡Por supuesto que iba a pelear sucio! ¿O qué querían? ¿Una pelea de caballeros, de uno contra uno? ¡Por favor!...
Igual, sabía que el sujeto no iba a tener tampoco misericordia conmigo, y conté con que iría con tres o cuatro Reggaetoneros de mierda para apoyarlo. Un grupo de bárbaros malamente organizado contra una tropa entrenada, bien alimentada y sedienta de VIOLENCIA...
Pese a las advertencias del Señor Manchego, la Sauriosterona corría por mis venas y nublaba mi mente, dándome una idílica y deliciosa victoria.
Mi primera victoria en años...

Dormí, después de apagar la computadora, con un extraño presentimiento... El Señor Manchego (¡Oh fuente de sabiduría y buen juicio!) me había dado la advertencia: " ¿Y si lleva plomo?: Llevas todas, TODAS las de perder..."
¿Y si era cierto? ¿Y si mis impulsos me habían llevado a una trampa que acabaría con mis inútiles días?
Daba lo mismo. Me sentía lo bastante amargado y furioso ese día para darme el lujo de ir a recibir un par de balazos...
Igual, como ya mencioné, me sentía carajamente decaído.

Llega el otro día. Hay un extraño vaho gris en el ambiente, como si todo supiera a tostada: seco y sin chiste.
Me levanto para una corta jornada laboral. Hubo buena venta, terminé bastante temprano y gané unos pesos para para pasar la semana; el miércoles regresaba a la escuela, a enfrentarme con la CARAJA, MIERDERA, SUPRESIVA Y ASQUEROSA REALIDAD...

Pero ni siquiera en eso estaba pensando.
Estaba pensando en las múltiples y estúpidas muertes que suceden día con día por estos lugares. No es raro que hagan tragar plomo a imbéciles que no hacen nada bueno ni malo de sus patéticas vidas; que los ensarten con un trozo de fierro oxidado o que simple y sencillamente los zurzan a golpes.
Sin piedad. Sin remordimiento y por las más pendejas causas.

Y yo era uno de ellos...
Me bañé, me vestí y tomé mi confiable palo. No iba a echarme para atrás.
Me quedaba muy poco, POQUÍSIMO del orgull0 que otrora tuviese. Antes igual me valía madres lo que dijeran por Internet; total nunca los vería y mi vida continuaría como siempre en una vorágine de rutinas y más rutinas hastiantes...
Pero no aquel día.
Aquel día quería recuperar un poco de esa emoción primaria, de ese sabor que había perdido mi existencia. ¿Riego? Pues sí, había y mucho; igual y nunca regresaba.
¿Pero qué más daba? Me sentía de la mierda, y en todo caso sabía que, si algo me pasaba, igual había sido por mi pinche culpa, y la gente no tendría el menor reparo en escupir sobre mi tumba y pasar de largo....
"¡Por pendejo!" diría mi epitafio.

Me puse en camino.
"No pasará de que me rompan la boca" me decía. Y era una buena posibilidad; tanto como la segunda de que algo potencialmente fatal me sucediese.
Pero bueno...

Lléndo en el camión, iba pensando en las palabras del Señor Manchego: "Todas las de perder...todas las de perder...TODAS LAS DE CARAJO PERDER..."

"¡Claro que no!" Me dije. "¡Soy SAURIO!"
Pero conforme iba acercándome a Green Indians, me entró la duda: Los Hellfish estaban trabajando en aduana, de modo que no irían; Mou se negó a pelear, como el hombre sensato que es; el tipo del bachillerato dijo que iría y, seamos francos, no podía contar con un perfecto extraño del Chat.
Así, mis hordas se veían reducidad a mí, Elgert y mi confiable palo; todo esto contra, quizá, unos tres o cuatro Reggaetoneros de mierda.
Ok, el asunto se acababa de ir a la chingada.

Pero no importaba: igual iría por que Saurio estaba deprimido y ENCABRONADO con el carajo mundo y consigo mismo.
"Me rompe la boca o se la rompo yo. Así de simple..."

El camión llegó a la escuela susodicha. Tenía el presentimiento de que Elgert no llegaría... presentimiento que comprobé entonces.
Estaba solo. CARAJAMENTE SOLO.

Claro, sabía que había sido mi elección ir. Igual, no podía quejarme ni culparlos a ellos; solamente habían usado un sentido común del cual carecía en esos instantes.
Mil posibilidades cruzaban por mi mente: "Tal vez sea un alfeñique flaco, debilucho, pseudo emo y con problemas renales. Unos diecisiete años, dieciocho a lo sumo. Bajito. Cara de idiota..."

Recorrí las calles aledañas, que estaban sospechosamente vacías. La ciudad estaba silenciosa...
"O tal vez... es un tipo enorme. Gordo, de dos metros de alto, ario..."
Dí la vuelta en una calle, hacia la esquina que me conduciría al portón de Fundis. Tenía un nudo en la parte baja del estómago, y un suspiro se apretó en mi garganta.

"Si es tan hijo de la chingada como yo, seguro que no viene solo... ¿Y si es Reggaetonero, pero de esos que los parió una PUTA DE MIERDA? no vendrá con cinco o seis cabrones... vendrá con diez, o quince... Y solamente con el propósito de darme en la madre..."
Posible apariencia de Viciuos, según la descripción de Saurio

¿¡Qué chingados había estado pensando?! ¡Había ido solo, solo a una pelea donde...TENÍA TODAS LAS DE CARAJO PERDER!
Pero bueno... miré mi reloj: cinco para las cuatro. Si iba a retirarme con el rabo entre las patas; si iba a acobardarme y correr con el orgullo hecho mierda hasta mi casa... ese era el PUTO MOMENTO.

Pero no lo hice.
Ya estaba ahí. Había estado pasando los últimos días huyendo de cierta persona, de ciertas cosas de mí mismo que, siendo honestos, no tienen por qué afectarme de la manera que lo hacen.
Esta era la oportunidad de recuperar un poco, un sorbito, un CARAJO TRAGUITO de dignidad... o más bien, tener una salida fácil a todos los complejos que había forjado hasta ese momento.
Por que, haciendo eso, peleándome así, creía que iba a tener una especie de salida de todo este CARAJO ENCABRONAMIENTO que me envenenaba.

Tomé aire. Subí la avenida, y crucé la esquina.


El portón de Fundis Azteca, tal como lo encontró Saurio ese día









Ahí estaba el portón. Desierto.
Cuatro en punto.

Pero no me fui.
Me di unas vueltas por la escuela, pensando que el muy pendejo quizá se habría confundido. Nada
Volví al portón. Esperé.
Y esperé. Y seguí esperando.
Nada.





Nada.




Y entonces...
Cuatro y media. Casi las cinco.
Se había acabado.
El Cabrón no había ido.













¡¡¡VICTORIA POR DEFAULT!!!
Me largué de ahí. Me había portado como un idiota, sí, pero la historia recuerda más a los idiotas que a los cobardes.
Me marché a la Guarida de los Invencibles, y narré el suceso al Señor Manchego, que meneando la cabeza con desaprobación, pero con una sonrisa en su manchego rostro, escuchó mi historia de pí a pa mientras me cagaba de la risa.

Ahora me invade una extraña amargura. Probé tener más huevos, pero menos seso, y eso no está nada bien.
Saurio debe meditar en ello.



4 comentarios:

  1. Vos tranquilo Saurio, vas bien. Hiciste lo que todo hombre que se precie de tal haria. Mirá, la tele te dice que la violencia es mala, etc. Puñeteras mentiras, te lo digo. Aca te dejo los fundamentos de lo contrario:

    http://ciudad-furiosa.blogspot.com/2008/03/la-violencia.html

    Por otro lado, me encanta esa Furia y que estés dispuesto a demostrar quién carajo manda en Mexico.

    Sencillamente, genial. Por lo que veo, Saurio tampoco se come la mierda de nadie.



    Saludos!
    K

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  2. k escribió "Mexico" =(

    Por otro lado, yo te hubiera dicho:

    "Anda ve, que seguramente aquél wey se va a presentar"...

    Si serás wey xD creo que tú y solo tú te tomaste en serio el 'enfrentamiento'.

    Latinchat?? pfff, si quieres que te pateen el culo sal a la calle y miéntale la madre a un microbusero con cacharpo... y sería.-

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